La situación actual nos obliga a analizar la evidencia existente para tomar decisiones sobre la seguridad de la vacuna en madres que amamantan. En primer lugar, exponemos los antecedentes para Chile, que hasta el momento son dos vacunas proyectadas: la vacuna Pfizer (BioNtech): vacuna mRNA y Laboratorio Sinovac (Corona Vac): virus inactivado.
También es pertinente mencionar las evidencias y recomendaciones internacionales:
- De las vacunas aprobadas o en desarrollo, ninguna se ha estudiado en madres que amamantan.
- Anteriormente se han desarrollado vacunas que no usan virus vivos para distintas enfermedades y han sido seguras en niños en periodo de lactancia. Ni la vacuna Pfizer ni la Sinovac contienen virus vivos. Como ejemplos contrarios, encontramos: vacuna contra la fiebre amarilla y la viruela, pues ambas fueron desarrolladas con virus vivos, aumentando el riesgo de enfermar niños amamantados.
- Acerca de las vacunas mRNA: no causan cambio genético gracias a que no entran al núcleo celular; teóricamente podrían encontrarse anticuerpos en la leche de las madres vacunadas, debido a que la respuesta humoral es semejante a la inducida por el mismo virus.
- Las organizaciones profesionales y académicas a nivel mundial (ACOG, ABM, Lactmed), aconsejan vacunar únicamente a las madres que se encuentran en riesgo, en razón de que son más los beneficios que los peligros: exposición de la madre al contagio, por ejemplo, si esta trabaja en el área de la salud. Riesgo de manifestar reacciones negativas, por eso se debe tener en cuenta, de manera individual, las alergias, antecedentes y demás.
En conclusión, la decisión de que la madre que amamanta sea vacunada o no, debe tomarse entre la madre, los profesionales y la familia, poniendo en consideración los riesgos y beneficios. No se debe forzar a que destete a su hijo para conseguir la vacuna, pues la lactancia reduce la mortalidad y morbilidad infantil, también el sufrir leucemia o enfermedades crónicas. Igualmente favorece a la madre, disminuyendo el riesgo de cáncer de ovario y mamas.
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Fuente: Comité de Lactancia de la Sociedad Chilena de Pediatría (SOCHIPE)